Cultura e identidad:
Las dos caras del Nosotros

La obra de José Massucco trabaja una visión cuestionadora de la cultura y de su función, lo que lleva a revisar las alternativas para una gestión cultural preocupada por la orientación de una sociedad. En ese norte el análisis es, evidentemente, confrontacional en la lectura de las culturas hegemónicas de las grandes metrópolis y el mestizaje latinoamericano, especialmente cuando se detiene en las manifestaciones culturales que implican la actividad organizada de entretener.

El planteamiento lo desarrolla desde su “microcosmos” -Guayaquil- por y para el nosotros desde aquí. Su motivación última es reflexionar qué es y para qué nos sirve la cultura, cómo poder actuar sobre ella y el rol de la universidad en ella.

El trabajo está divido en seis partes: en la primera, se aproxima a los múltiples problemas relacionados con la cultura; en la segunda, analiza la cultura como un proceso destinado a incorporar permanentemente nuevas influencias; en la tercera, se detiene en las paraculturas manifiestas en nuestra ciudad, en la cuarta, propone una lectura distinta del paradigma de la comunicación y de la función del periodismo; la quinta, es una propuesta sobre la función de la universidades en la formación ciudadana a través de la cultura; y finalmente en la sexta, resume la tarea que viene realizando desde hace cinco años en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

Quizás sin proponérselo, Massucco -como reseña Martha Velásquez, Ex-Decana de la Facultad de Filosofía Letras y Ciencias de la Educación- desarrolla su ideario discursivo desde lo ideológico, al abrir el debate en temas como lo identitario, el eurocentrismo, las manifestaciones de las paraculturas, el arte y cultura, la raza y cultura, entre nosotros.

En este escenario, el autor reconoce a las élites como mediadoras en el proceso de transferencia cultural, pero donde el resto queda reducido al rol pasivo, tal vez instrumental. Es desde ahí donde se asoma la cultura de masas. La pregunta es obvia ¿en qué medida el resto participa del proceso de identidad? … Es esta exclusión lo que lo lleva a sugerir el replanteamiento del paradigma de la comunicación y del rol del periodismo como basamento identitario.

El acento en toda su obra estará en que La cultura es la manifestación de la identidad , “de una cultura permeable a las manifestaciones externas, pero incubadas y eclosionadas desde el seno de la matriz social, como resultado de un proceso propio y no de la transcripción de uno ajeno”.

La propuesta es una cultura en función de esta permanente construcción de la identidad de los pueblos, en que las actividades culturales constituyen el punto de encuentro en el que nos exponemos al proceso identitario. El desafío es cómo-hacer desde LA UNIVERSIDAD.