Resumen: Valparaíso es una ciudad que contiene varios espacios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Al explorar los elementos constituyentes de la concepción de Patrimonio, elaborada por la Municipalidad de Valparaíso y el Consejo Nacional de Monumentos, nos encontramos con una divergencia entre este Patrimonio sistematizado y la Identidad cultural de los ciudadanos de Valparaíso asociada al Patrimonio. Es este motivo por el cual nos hemos propuesto desarrollar una nueva perspectiva teórica, reconstruyendo los conceptos de Identidad y Patrimonio, tomando en cuenta las realidades sociales. Este planteamiento forma la base de la aproximación empírica que proponemos para que las ciencias sociales, incluyendo las visiones históricas, antropológicas, comunicacionales y sociológicas.
Palabras clave: Cultura, Patrimonio, Identidad, Valparaíso.
En Diciembre del 2001, se presenta el documento de la postulación de Valparaíso como "Conjunto Patrimonial" a la UNESCO, en el cual habían trabajado organismos como la intendencia regional de la V región de Valparaíso, la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, la Dirección de Política Multilateral del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Consejo de Monumentos Nacionales y el Colegio de Arquitectos de Chile. Durante los tres años se habían hecho una serie de investigaciones sobre Patrimonio Cultural en Valparaíso, estas investigaciones excluían las relaciones entre Patrimonio e Identidad, así como su representación en los sujetos que conforman la ciudad.
De los seis criterios que establece el Comité de Patrimonio de la UNESCO para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial en el caso de los bienes culturales, la propuesta de nominación elaborada en Valparaíso, sostiene que se cumplen con tres:
1.- El bien representa una obra maestra del genio creativo del hombre.
2.- El bien exhibe un importante intercambio de valores humanos, durante un período de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, aplicado a la arquitectura, tecnología, obras monumentales, planificación urbana o diseño del paisaje.
3.- Es un testimonio único, o por lo menos excepcional, de una tradición cultural o de una civilización; es un excepcional ejemplo de un tipo de obra arquitectónica, tecnológica o paisajística, que ilustra una o varias etapas del desarrollo humano; está directamente asociada con eventos, tradiciones, ideas, creencias u obras artísticas o literarias de valor universal. (Consejo Nacional de Monumentos, Del 2001)
El nombramiento de la ciudad de Valparaíso es como "Conjunto Patrimonial" , ya que es en donde se encuentran los sectores específicos que cumplían con los criterios de la UNESCO, estos son: Iglesia de La Matriz y Plazuela Santo Domingo: núcleo fundacional de la ciudad, con su templo más antiguo, la Iglesia de La Matriz (1842). Plaza Echaurren, calle Serrano y entorno: Sector comercial del barrio - puerto que tiene en la Plaza Echaurren su principal espacio de recreación. Muelle Prat, Plazas Sotomayor y Justicia: puerta de entrada a la ciudad desde el mar, el sector incluye dos plazas de gran importancia cívica y edificios representativos de la arquitectura monumental del plan. Calle Prat, Plazuela Turri y entorno: barrio financiero de la ciudad, con notables exponentes de la arquitectura historicista ecléctica de principios del siglo XX. Cerros Alegre y Concepción: sector urbanizado y construido por inmigrantes alemanes e ingleses a partir de mediados del siglo XIX, representativo del diálogo cultural y de la fuerza de las condicionantes geográficas sobre la arquitectura y urbanismo de los cerros.
Esto fue un proceso que afectó a los sujetos que habitan Valparaíso, siendo distinto para quienes circulan por estos sectores patrimoniales, quienes los habitan, comerciantes, estudiantes, y personas que no tienen relación directa con ellos, pero que sí forman parte de la población de Valparaíso. La forma en que la identidad de las personas se configura, en gran parte debido a los terrenos que habitan, ha sido tratada por sociólogos como Manuel Castells, Robert Ezra Park y Louis Wirth, estos dos últimos de la Escuela de Chicago, ayudándonos a comprender cómo los procesos de urbanización y distribución del territorio afectan las construcciones mentales de los sujetos (Giddens, 1991), siendo el Patrimonio Cultural una de las características urbanas más mediatizadas y publicitadas en el caso de la ciudad de Valparaíso.
La pregunta que respondemos a continuación es ¿Cómo entenderemos el Patrimonio? Nuestra finalidad es elaborar una definición específica para el contexto que pensamos estudiar, pero general en el sentido de que no excluya distintas manifestaciones culturales. Patrimonio es una palabra derivada del latín, y se refiere a los elementos materiales e inmateriales que nos dejan nuestros padres, bastante asociado con el concepto de herencia, pero el patrimonio es mucho más que esto. David Correa Vargas define el patrimonio como el conjunto de manifestaciones vivientes de la vida cotidiana del pasado, presente y del futuro de las personas que conforman las sociedades, pueblos, comunidades o etnias, quienes a través de sus actos y comportamientos van creando y actualizando una determinada cultura e identidad (Correa, 2002). Esta perspectiva, nos permite notar el Patrimonio no sólo como un elemento histórico ajeno a los individuos actuales. Estos bienes patrimoniales reflejarían el espíritu de una época, de una comunidad, de una nación, y de la propia humanidad, y su valor está otorgado no sólo en un sentido económico, sino que gracias al significado que estos bienes ostentan para las personas.
Los alcances que puede tener algún elemento patrimonial, son definidos basándose en distintos criterios. Uno de los más frecuentes diferencia el patrimonio natural del cultural, dado que en el primer caso, son declarados tesoros elementos materiales que no han sido elaborados por el hombre, mientras que el segundo concepto incluye tanto los bienes materiales como los inmateriales que pertenecen a una cultura determinada. La manera en que se enfoque el Patrimonio Cultural en cuanto a su localidad y nacionalidad afecta distintos sectores de la realidad social; Maria del Carmen Gómez, establece que el "patrimonio mundial" tiene un valor excepcional y propio, ya que al recibir este nombramiento pasa a pertenecer a todos los pueblos del mundo, independientemente del territorio en el cual estén ubicados (Gómez, 1998). Con respecto a esto, la UNESCO establece que establece que los sitios ubicados dentro de las distintas naciones e inscritos en su Lista de Patrimonio Universal, constituyen elementos que deben ser protegidos por la comunidad mundial, sin perjuicio de la soberanía o propiedad nacional. La dificultad que nos presenta esto es que, si bien no desvincula al Patrimonio de la Humanidad del Estado-Nación donde se encuentra, sí lo tiende a separar de los individuos que lo viven, de quienes más conectados a él deberían sentirse.
Ahora bien, los alcances que puede tener algún elemento patrimonial, son definidos basándose en distintos criterios. Uno de los más frecuentes diferencia al patrimonio natural del cultural, dado que en el primer caso, son declarados tesoros elementos materiales que no han sido elaborados por el hombre, mientras que el segundo concepto incluye tanto los bienes materiales como los inmateriales que pertenecen a una cultura determinada. Ocurre que, si la misma arquitectura de Valparaíso se hubiese dado en medio de una planicie, a pesar de ser las mismas Iglesias y las mismas casas, no hubiese tenido los méritos para convertirse en Patrimonio de la Humanidad, tampoco hubiesen sido necesarios los ascensores, ni se habría hecho retroceder al Mar para aumentar el tamaño del Plan de Valparaíso, por lo que se nos hace conflictiva esta separación tan marcada entre lo Cultural y lo Natural hecha por la UNESCO.
Jordi Juan i Tresserras, manifiesta firmemente que el patrimonio no puede ni debe desligarse del grupo social al cual corresponde, es por esto que las instituciones culturales deben plantearse al menos tres objetivo básicos que aumenten y mejoren su comunicación e integración con el público local.
Facilitar al público un conocimiento amplio de la institución y los servicios culturales que ofrece, motivar la participación de las personas en actividades de la institución, para así fomentar la utilización de sus servicios, y por último, fortalecer y consolidar las relaciones institución-público (Juan y Treserras, 2001:191).
Estas instituciones o "espacios para la presentación del patrimonio" son clasificados en tres categorías: museos, los centros patrimoniales "in situ" y los centros de interpretación patrimonial. Los museos tienen por finalidad recolectar y mostrar "bienes culturales muebles", por su parte los centros culturales "in situ" se refieren a entornos culturales, ya que los elementos de valor patrimonial no han sido retirados del lugar donde se encuentran. Los centros de interpretación, sirven para que las personas puedan obtener datos y una educación sobre los elementos patrimoniales, sin que estos se encuentren necesariamente allí.
Otro criterio de clasificación se refiere a la materialidad de los elementos Patrimoniales, ya que aquellos que no son materiales, pero que cumplen un papel determinante en el valor que éstos poseen como tesoros de la humanidad, son los que se les llama "patrimonio intangible" ya que cuentan con similares características que los elementos del "patrimonio tangible", excepto que existen dentro de la mente de las personas. Patricio Silva Carriel, lo define en su tesis de título como:
Las tradiciones transmitidas en forma no escrita gracias a su relevancia cultural, permanencia en el tiempo y vinculación a una territorialidad, establecidos por los individuos que conforman esa Comunidad (Silva Carriel, 1999: 23)
También deja establecido que el papel de los sujetos hacia el patrimonio intangible, es participar colectivamente en la recreación y mantención de estos aspectos intangibles del patrimonio.
Una tercera forma de categorización, es la que se refiere a quiénes apuntan los elementos patrimoniales como sujetos participantes dentro de su formación, caracterización y preservación. Como un Patrimonio Elitista, implicaría que las esferas de elite intelectual son las que configuran y valorizan este Patrimonio, por lo tanto son ellas las que lo definen y lo sustentan. Sobre todo esta percepción del Patrimonio actúa desde la perspectiva conservadora e histórica, en la cual lo actual y nuevo es sólo una derivación de los elementos anteriores. La percepción popular del Patrimonio, se va hacia el otro extremo, restando valor a los elementos históricos, y buscando sólo lo que la mayoría de los actores consideran Patrimonio y se pierde el aporte que el pasado pueda hacer a la configuración actual de Patrimonio. Para no caer en estas problemáticas en cuanto a la percepción que se tiene sobre Patrimonio es que utilizaremos una visión del Patrimonio como un elemento integrador, en el cual ninguna perspectiva o iniciativa quede excluida de lo que es la producción cultural del conjunto. Así se posibilita también el que cada uno de los sujetos sea capaz de posicionarse dentro del discurso patrimonial de Valparaíso. En el caso de esta ciudad, lo primero sería descubrir e identificar la identidad sociocultural local, dentro de la cual el patrimonio jugaría un rol importante ya que ha sido identificado dentro de la ciudad un Patrimonio Cultural Institucional, a través de la Postulación de Valparaíso, pero al mismo tiempo se da una representación de estos elementos patrimoniales en los sujetos, generando actividades, acciones, propuestas e iniciativas, todo lo cual conformaría el Patrimonio Cultural Construido. Se daría entonces una relación simbiótica entre lo que es la identidad Sociocultural Local y el Patrimonio Cultural Construido. Ambos tipos de Patrimonio partirían desde la misma base, con los mismos elementos históricos y físicos, pero defieren en su relevancia e ingerencia dentro de la Realidad Social. El Patrimonio Cultural Institucional sería monopolizador y conciliador, en la idea de que no presentaría las divergencias y problemáticas que el Patrimonio Cultural Construido si reconocería, no sólo en el grupo social, sino que también las divergencias y problemáticas que puedan surgir para un mismo individuo.
Josep Ballart, se ha centrado en algunas problemáticas en que los aspectos patrimoniales de una zona urbana pueden ser vinculados con sus habitantes, suele centrarse más en los elementos tangibles del patrimonio, dándole bastante relevancia al rol que juegan los museos y los monumentos, estos últimos vistos por él como "objetos que ponen en relación pasado con futuro", y que en ellos "los grupos sociales manifiestan con ellos una voluntad de trascender". Así es como se vincula al lugar específico dentro de una comunidad, lo que nos permite decir que la existencia de los sectores patrimoniales dentro de Valparaíso se relaciona diferentemente con lo que es su entorno directo, lo que conformarían barrios patrimoniales. Si bien nuestra idea es ver al Patrimonio como un ente integrador, también pretendemos verlo en su individualidad en cada sujeto, y así a cada sujeto como parte de un sector específico, como son los barrios.
La representación mental de las personas en cuanto a la pertenencia a un sector denominado patrimonial, formas colectivas de identidad, se van configurando a través de la construcción de una identidad social y cultural relacionada con el pertenecer a un "Valparaíso patrimonial". Las personas construyen su identidad a partir de las distinciones entre el "yo" y el "otro", entre el "nosotros" y el "ellos"; la construcción del "yo" (conocimiento de uno mismo) no puede ser separado de la exigencia de ser conocido por otros, y la construcción del "nosotros" no puede ser separado de la exigencia de que este "nosotros" sea conocido por "ellos". Esta representación mental de pertenencia queda fuera del campo binario de la representación personal / representación colectiva, esto debido a que el proceso identitario es a la vez una representación del Ego y una representación del Alter. En esta reflexión se dejará de lado la variable de la identidad individual, a pesar de ser parte del proceso general de identización, debido a que el propio trabajo de la división científica conduce a una abundancia de significados del término, es decir que es polisémico; es por esto que se dejan a un lado las nociones de este fenómeno ligado a la psicología, ya que en este campo no exploraremos.
La configuración identitaria que se describirá consta de dos estructuras mayores, una identidad social en la cual convergen los procesos de identización de la sociedad en que el individuo interacciona (socialización primaria) y los elementos identitarios entregados por el Estado Nación, con sus restricciones sociales, sus normas y valores. Es parte de esta identidad social la convergencia de los individuos en la práctica social, el aprendizaje de la vida en común, actitudes para poder vivir en sociedad (Baeza, 2000). Este proceso de configuración mental de los individuos se objetiviza como ... aquel cemento necesario para lograr una cierta cohesión solicitada por la práctica existencial propiamente dicha. (Baeza, 2000: 48)
Esta identidad la llamaremos identidad Socio-Institucional, ya que se constituye a partir de los cánones identitarios planteados por la sociedad y el Estado Nación, que se manifiestan a través de una identidad personal específica (hombre, mujer, padre, madre, hijo, hija, trabajador, estudiante, etc.), nacionalidad, lenguaje, bailes nacionales, música nacional y vías de expresión; esta construcción de identidad en los individuos se va inculcando en la niñez a través de la socialización primaria y de instituciones sociales encargadas de la socialización secundaria, como las escuelas y los medios de comunicación. Así se va generando este tipo de identidad guiada por estructuras sociales mayores, las cuales coaccionan la interacción de los individuos entre su propia subjetividad y los demás individuos o grupos.
El otro proceso identitario, que llamaremos identidad cultural, está moldeado por la actividad cultural existente en el entorno social del individuo; se constituye como un proceso de construcción del sentido (simbolismo) atendiendo a un atributo cultural que se le da prioridad por sobre el resto de las fuentes de sentido (Castells, 2002). Se establece como una construcción psicológica y social que le entrega al individuo una representación mental de pertenencia individual y colectiva de una o muchas corrientes culturales que entregan sentido y símbolos al sujeto, por los cuales este se siente identificado con diversas expresiones culturales. En este sentido de identidad afirmaremos que esta configuración mental forma parte de una compleja red de interacciones entre los individuos, abstracción personal, grupos sociales y corrientes culturales, lo cual constituye un proceso de construcción social y simbólica de la identidad. Esta construcción social configura a grupos sociales definidos y a cada uno de sus miembros, entregándoles la posibilidad de que en cada individuo se constituya una serie de identidades respecto de sus diversos grupos de referencia, sus identidades personales y a los contextos culturales en que participe.
Los dos procesos identitarios descritos anteriormente configuran la identidad presente en una persona dentro de un grupo social, que a raíz de su conformación de identidad se apropia de lo que Bourdieu denomina arbitrario cultural. Esta apropiación corresponde a una o varias historias, memorias pretéritas específicas, que son fuente de identidad centradas en tiempos históricos específicos. Al mismo tiempo, la identidad también se forja a través de una apropiación de un espacio geográfico definido, es donde se desarrollan las actividades más importantes de la vida cotidiana del sujeto o del grupo social. En este caso la identificación con Valparaíso formaría parte de la apropiación de un espacio geográfico específico. Por lo tanto, los procesos identitarios son fenómenos que se proyectan en el tiempo y en el espacio, contenidos en una configuración de alteridad, multiplicidad e hibridación.
Como se puede ver, existe una pluralidad de identidades individuales y colectivas presentes en los individuos y en los grupos; tal pluralidad de identidades es una fuente de tensiones y contradicciones tanto de auto-representación como en la acción social (Castells, 2002). Esta tensión se manifiesta socialmente por la existencia en el individuo de conflictos de roles derivados de la multiplicidad de identidades que tiene presente.
Las estructuras identitarias Socio-Institucionales y Culturales conforman una dinámica especial de identidad individual / colectiva, en este proceso cotidiano se encuentra el individuo en sus relaciones e interacciones sociales. Afirma, reafirma o niega identidades personales o colectivas durante el transcurso de su vida cotidiana, diversas identidades están presentes en el individuo, algunas conviven tranquilamente en la estructura mental del sujeto, otras identidades se encuentran en constante conflicto.
Dentro de sectores geográficos específicos y con un arbitrario cultural común, se puede desarrollar una identidad característica. Me refiero al desarrollo de una Identidad Cultural Local, característica presente en los sujetos que comparten una historia y un espacio común. Es en este sentido que se forman las identidades del "porteño", sujeto que vive y siente en Valparaíso, comparte su historia y conoce sus cerros; es este tipo de identidad tan especial que interactúa con la construcción de un patrimonio cultural que va más allá de la materialidad de los edificios o la importancia de sectores específicos de la ciudad, un patrimonio en el cual los sujetos que comparten esa identidad se vuelven actores protagónicos y constructores diarios de la cultura patrimonial.
A toda esta dinámica múltiple y diacrónica del proceso de identificación, incluyendo la Identidad Socio-Institucional, Identidad Cultural e Identidad Cultural Local, la llamaremos Dinámica Híbrida Identitaria; el propósito es que con los antecedentes entregados se aporte a la comprensión del fenómeno psico-social identitario, entendiendo que este proceso de construcción no es estático, no es único, ni aislado de su contexto cultural, sino lo contrario; nuestra construcción del concepto de identidad se encuentra en constante movimiento, es múltiple, se elabora de manera contextualizada cultural y socialmente.
Los cientistas sociales nos vemos en la obligación de indagar en estas representaciones identitarias de los sujetos y de los grupos sociales para poder contrastar esta Identidad Sociocultural relacionada en este caso al Patrimonio de Valparaíso, la cual sería en este caso llamada Identidad Cultural Local, con la elaboración Institucional del sentido Patrimonial de Valparaíso, en este otro caso se configura una identidad a partir de los planteamientos entregados por el Estado para nombrar a los sectores anteriormente descritos como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Uno de los temas importantes con respecto a esto es la participación que tuvieron los mismos individuos que forman parte de Valparaíso, con la elaboración institucional de este sentido Patrimonial, ya que es desconocida excepto en sus ámbitos de expresión cultural.
El motivo de nuestras reflexiones es el haber descubierto, a partir de nuestras experiencias sociales, que la sistematización del concepto de Patrimonio Cultural realizada y aplicada por el Estado de Chile para la postulación de sectores patrimoniales de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad está falto de la visión de los actores que están directamente vinculados a este contexto, es decir, no se tomó en cuenta sus experiencias cotidianas, los significados y significantes de la ciudad que habitan, el sentido de cada actor social respecto de la memoria pretérita de Valparaíso.
Los planteamientos teóricos que hemos expuesto en estas resumidas páginas, forman parte de un trabajo científico social que pretende descubrir las experiencias identitarias del patrimonio de Valparaíso a partir de las diversas perspectivas de los sujetos involucrados en la construcción de "Valparaíso, Tesoro de la Humanidad".
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GIDDENS, Anthony (1991) Sociología. Madrid, Alianza.
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1 Estudiante de Tercer Año, Carrera Sociología de la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso.
2 Estudiante de Tercer Año, Carrera Sociología de la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso.
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Revista teórica del Departamento de Ciencias de la Comunicación y de la Información
Facultad de Humanidades -
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