Reseña para el libro: Diálogos Culturales: Interdisciplinas de la Comunicación Víctor Silva Echeto y Rodrigo Browne Sartori 2007 Sao Paulo / Valdivia: Annablume / Universidad Austral de Chile. |
Si la disciplina es la actividad de someter a reglas o a azotes, es porque está destinada a mantener la violencia de lo uno, la escuela del republicanismo bastardo en la tipología de Simón Rodriguez. En cambio el cometido de indisciplina es unir, juntar, relacionar, vincular, aquello que es irreductiblemente diferente. En la Escuela Social el acto de comunicación es por excelencia un acto situado, su modelo el diálogo, y del diálogo amoroso.
La indisciplina ubicada en esa perspectiva, une y sitúa, Desentrañar esta complejidad es el cometido de libro, como el arte, está destinado a romper las reglas, y por supuesto acallar la violencia de la homogenización, de la estandarización, “une aquello que lo efímero separa”, se estará pues contra la moda, lo inauténtico y la voluntada de dominio. La prueba de que la indisciplina reclamada nos lleva a la práctica del arte, entendida como producción de vínculos amorosos, en la medida en que son plenamente actos de comunicación. Se trata de portarnos mal.
Me interesa señalar estos ejes, a mi parecer, articuladores de la línea de trabajo crítico constructivo, saludablemente antropófago y calibanezco, y por lo tanto el de una teoría, un pensar diría yo, situado.
Se trata de una estrategia destinada también a discutir con esa política de los intersticios asociada al neoliberalismo, a veces tan oportunista y errática, con una actitud fundad en “coger las cosas al vuelo” y “tomar en el aire” aquello que des-ordena e inclusive combate los azotes, esa modernización a la norteamericana, supermercado, más shopping más hotel cinco estrellas, claro sí, rodeado de villas de emergencia, de callampas, de pueblos jóvenes, eufemismos de la miseria.
El tomar en el aire aquello que aparece como secundario, el resto, aquello que no cuenta, lo ubicado en el margen del margen,
Esta forma de comprender la teoría será tomada como una práctica específica, semiautónoma, en muchos sentidos, se trata de una práctica artística que resignifica el gran proyecto moderno, fundar un espacio-otro, seguramente demiúrgico y heroico, pero también autoritario y violento, frente a lo se trata de un hacer constructivo, una praxis, una productividad señalada, el hacer de la vida una obra de arte. El proyecto de re-inscribir el arte y la vida, y por lo tanto una forma contemporánea de clausurar la fisura renacentista. Arte y vida, pero en la situación de nuestra contemporaneidad, desencantada y perversa, cotidiana y mundializada, latinoamericana y dolorosa. ..
El objeto de esta actividad crítico/ teórica lo constituye los Cruces Antropofágicos, destinados a Transgredir y Subvertir, se trata de operar una dispersión estetizante, destinada a deconstruir los objetos perversos de una tecnocultura, global